Buenos y nublados días amigos!
Ya es lunes, principio de semana y no voy a trabajar! No voy a trabajar, no voy a trabajar… Jajajajajajaja. No te creas, era una pequeña bromita para despertar los ánimos, y así, poder introducirte en lo que tu columna semanal: “VIENTOS DE CAMBIO” plasma en esta ocasión.
Como bien diría la estimada Alejandra Guzmán, estamos en medio de un “Verano Peligroso”. El cual más que mostrarse desenfrenado, nos ha sorprendido con lloviznas espontáneas, vientos fríos, y atmósferas melancólicas; raro ¿no creen?, raro en sentido de que la época más soleada, calurosa y extrovertida del año, en un parpadeo, se convierta en un “otoño adelantado”, y día con día lo más “aventurado” que nos inspiren las mañanas, sea ir directo al súper por un café, para así regresar a la cama y mirar televisión envuelto en las cobijas...
Mirar televisión como bien sabemos no tiene nada de sorprendente, de hecho, hoy en día la programación tristemente se encuentra sumergida en la monotonía que “los temas del momento” le transmiten: Que si ya nació el bebé de Thalía, que si Peña Nieto es la carta fuerte para la presidencia, ¿Quién ganará la gubernatura del Estado de México, que si México le ganó a Estados Unidos en la reciente Copa, que si los “Pequeños gigantes” son en verdad niños “prodigio” dignos para presentarse en el Auditorio Nacional, que si la reciente Marcha Gay en verdad es un movimiento con causa, que si al final del TRIUNFO DEL AMOR, María desamparada pudo ser feliz con Max… entre muchas cosas más (que en su mayoría resultan banales).
Con este último párrafo, nace la “retorcida idea” que me inspiró para escribir la columna de este último lunes de Junio, ésa columna que desde hace 15 días suele ser inspiradora y reflexiva, y que en esta ocasión no será la excepción, sólo que la moraleja va acompañada de un lenguaje más directo y menos “rosa”.
Sin más preámbulo, analicemos lo siguiente:
Estás en la comodidad de tu cuarto un rico lunes 27 de junio por la mañana, tu sentido de responsabilidad sabe que es hora de tomar una ducha, pero tu cuerpo te pide los afamados “5 minutitos” más, los cuáles al pasarse “como agua” inspiran a toda la PEREZA alojada en ti a ir directo a trabajar. Mientras te bañas, llega a tu cabeza el pensamiento ENVIDIOSO que más te atormenta, ¿Por qué el vecino tiene más éxito que tú? SOBERBIAMENTE, tú sabes que él no tiene nada de extraordinario, y tratando de entender el porqué su vida transmite tanta AVARICIA a la tuya, de repente te bloqueas mentalmente al recordar que (aunque bien sabes que cenaste como digno “pelón de hospicio”) el antojo de un delicioso desayuno te atormenta. Sales de la ducha, te arreglas y simplemente tomas camino al trabajo y/o escuela. Guiado por tu estómago, llegas a un establecimiento de comida rápida, y aún sin “tanta hambre” la GULA te motiva a pedir el “paquete extra” , simplemente porque la diferencia son $3 y no te gusta desaprovechar “gangas” así. Con el estómago abultado, (digno testigo del atrancón alimenticio), retomas camino al trabajo, mismo que a los 10 minutos se convierte en un tormento al encontrarte con el ya conocido tráfico capitalino, el cual bien sabes te hará llegar tarde y despierta tu IRA… al percatarte también que eso significa un seguro “descontón ” en la quincena. Finalmente resignado a: “el destino mañanero de lunes”, te distraes por un momento al mirar por el retrovisor y LUJURIOSAMENTE, mirar al “cuerazo de persona” que conduce el auto trasero al tuyo.
¿Que resalta en el ejemplo anterior?, ¿alguna similitud con tu vida?, ¿te suenan acaso 7 características palabras que como “pecados” nadie reconoce, pero que más de una vez como sencillas acciones cotidianas TODOS hemos realizado?
Pues bien, el examen de conciencia en este momento, corre a cargo de los reconocidos o tradicionales “siete pecados capitales”, la lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia. Ellos son un conjunto de vicios opuestos a la enseñanza moral que el Catolicismo y el Cristianismo transmiten; cada uno fue recopilado y clasificado por San Gregorio Magno (540 – 604 d.C.), también conocido como Gregorio I, el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica.
Posteriormente, el poeta italiano, Dante Alighieri, los integro en la redacción de “La Divina Comedia” (c.1308-1321), un poema teológico considerado hoy en día una obra maestra de la literatura italiana y mundial. También otros artistas europeos tuvieron su parte en la promulgación de estos pecados capitales, gracias a la idea de utilizarlos como fuentes de inspiración en sus grandes obras.
Más allá de esto, la comunidad religiosa ha debatido durante años el verdadero contenido de los mismos llegándose, en muchos casos, a diferentes interpretaciones con sus respectivos castigos.
¿Qué tal he?, ¿Cómo va el examen de conciencia? ¿Estás siendo honesto e imparcial?... Continuemos entonces con “la expiación de culpas”, y comprobemos juntos que nada es tan malo realmente si al final del camino descubrimos “una solución”…
El primer “pecado” en encabezar la lista es: la lujuria, que ha sido definida como aquel pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual o en palabras de Dante, “el amor excesivo por los demás”. El castigo correspondiente a la lujuria incluye el ser asfixiado en fuego y azufre. La gula, el segundo vicio, ha sido interpretada como el consumo excesivo de comida y bebida, aunque antiguamente se utilizaba para señalar toda clase de exceso. Aquellos que cometieran este pecado serian forzados a comer ratas, sapos, lagartijas y serpientes vivas.
Por otro lado, la avaricia, ha sido considerada como un pecado muy similar a la lujuria o a la gula pero aplicada a la adquisición de riquezas en particular. Su castigo: el ser colocado en aceite hirviendo. La pereza, cuarto pecado mencionado, ha sido catalogada como la “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas. La misma y repetida actitud nos llevaría a una fosa con serpientes. La ira, ha sido descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. El resultado de este acto, tal cual la “cólera” que la impulsa, sería el completo desmembramiento del cuerpo. (Cosa importante de resaltar es que el desmembramiento se realiza cuando la persona continúa con vida).
La envidia, el sexto pecado capital, se relaciona con la avaricia, sin embargo, la envidia se caracteriza porque el “pecador” desea algo que alguien más tiene y que percibe le hace falta. Este pecado se castiga sumergiendo al acusado en agua helada.
Por último, tenemos a la soberbia o el orgullo, el deseo incontenible que nos lleva a: “ser más importante o atractivo que los demás”, es considerado el más grave de los pecados capitales y por ende, el mismo era penalizado con el cruel método de tortura conocido como “La rueda”. http://www.portalplanetasedna.com.ar/torturas.htm en el link anterior puedes conocer un poco de “La rueda” si no sabes bien en qué consistía.
¿Muy interesante la prueba del día de hoy no creen? Me despido no sin antes hacer mención, que tal cual el nombre de esta columna, los VIENTOS DE CAMBIO también han afectado a las penas y castigos actuales, ya sean carnales o espirituales, un ejemplo de ello es que hace poco se dio a conocer que ya tenemos nuevos y modernizados “7 pecados capitales” los cuales son: La contaminación, el militarismo, la hambruna, la desertificación, el extremismo de las enfermedades, la globalización, y la deshumanización.
Por otra parte en una encuesta posterior se dijo que si se pudieran mantener estos pecados, anexos a los otros 7, sería bueno complementarlos con: El adulterio, el fanatismo, la deshonestidad, la hipocresía y el egoísmo. ¿Y tú, que piensas?, ¿Cuáles prefieres?, no has llegado a pensar que a fin de cuentas en esta vida; ¿todo resulta ser pecado por una u otra razón?...
Te invito a que sigas reflexionando y apliques una nueva filosofía, creemos los “contra-pecados” y complementemos la vida con buenas acciones, bien sabemos que hacerlo no limpiará al mundo del todo, pero si sería un buen avance!... Seamos humildes, trabajadores, constantes y diligentes; no olvidemos amar a nuestro prójimo y principalmente a nosotros mismos, regalemos un poco de caridad y dejemos de lado los instintos de gula compartiendo y valorando lo propio (hay mucha gente que daría la vida por tan sólo un poco de lo que despreciamos nosotros), seamos tolerantes y devolvamos el valor a la justicia… “Si eres de los que piensas que “el #7” es de buena suerte, haz algo con este y gíralo también a tu favor”.
Te espero la próxima semana con más: VIENTOS DE CAMBIO, ojalá te haya gustado el de esta ocasión y si aún no encuentras el tuyo, no te preocupes… recuerda que los gustos son como los pecados para algunas personas: simples “experiencias”.
Pasa una excelente semana y no te olvides erradicar de tu vida el pecado más importante: NO SER FELIZ. Hasta la próxima! :D
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