miércoles, 29 de junio de 2011

Vientos de Cambio

Por: Nancy Sandoval

Antes que nada quiero presentarme contigo, esa persona especial con quién espero compartir muchas cosas, muchos pensamientos, muchas ideas. Quiero presentarme con ése ser, el cuál en éste momento, se toma la delicadeza de leer estás palabras que conforman la primera de muchas columnas denominada: VIENTOS DE CAMBIO; el porqué es muy sencillo, ya que cada día, cada oportunidad, cada encuentro, cada persona y cada detalle,  (a veces imperceptible), significa un cambio a favor o en contra; cambio convertido en una pequeña brisa o soplo de viento que nos afecta de maneras tan extrañas y simples que a menudo ni siquiera nos damos cuenta de que hemos obtenido infinidad de aprendizajes, internos y externos de manera individual  o que mejor acompañados…

Todo lo anterior es solamente una parte de mí en relación a lo que deseo transmitirte, una parte de una chica Universitaria que desde hace 21 años lleva por nombre: la “Llena de Gracia”  o bueno, para fines más prácticos simplemente: Nancy… Nancy Sandoval…

En ésta primera cita, como carta de presentación, llega a mí una loca idea, una idea que me hace pensar a menudo, que no soy la única que la piensa, si no que más bien es un impulso que brinca dentro de muchos de nosotros en determinados momentos.

En pocas palabras, de lo que hablo, es simplemente de un loco deseo por entender ¿cuál es la razón de la soledad?, esa soledad que a veces subjetiva, u otras tantas aferrada, se encaja en cada estilo de vida, moviéndonos el piso y revolviendo pensamientos, recuerdos, anécdotas o experiencias.

La soledad es un asunto que no se ve pero se siente, se siente cuando menos la esperamos, y peor aún, cuando ya somos parte de su juego, juego en el cual se puede tener muchos acompañantes y aún así seguimos siendo uno… simplemente uno solo.

Hoy en día parece que las personas en vivo y a color ya no nos bastan, para fortuna de unos o desgracia de otros, en la actualidad, contamos con infinidad de materiales tecnológicos que nos ayudan a distraer la mente, y que tontamente nos hacen pensar que engañamos a “ése” estado de vacío que nos acecha. Entre las cosas de las que hablo puedo mostrar especial interés (por la aprobación y éxito social que presentan) a los videojuegos y principalmente a las redes sociales.

Para explicar un poco éste engaño al que hago énfasis, simplemente voy a hacerte dos preguntas: ¿En verdad conoces a todos los individuos que conforman tu perfil en Facebook, Twitter o alguna otra red social? Crees… (Dejando de lado la practicidad que presentan para emergencias), ¿qué es mejor contactar a tus seres queridos por medio de una máquina en lugar de ir a verlos en persona, abrazarlos y disfrutar de su compañía real y no virtual?

En sí hablar a detalle de todo el embrollo que representa lo anteriormente mencionado, es un cuento de nunca acabar, una guerra de dimes y diretes y simplemente una causa perdida. El punto interesante aquí es que no hay que ser tan ciegos para no ver lo que se avecina día con día, cada anochecer deja restos de sí y alimenta al amanecer, para que así el amanecer pueda hacer lo mismo y no terminar con la oportunidad del “constante cambio”.

Las cosas son por algo, y no porque salgan diferentes a lo que esperamos nos debemos tirar al vacío, a la depresión, a la soledad misma o al aislamiento. Cada diferencia si miramos más allá de lo común, nos hace únicos, nos convierte en dueños de crear un cambio, que así mismo vaya creando más diferencias, que a la vez podamos modificar cada vez más y que poco a poco se vayan eliminando los sentimientos negativos que de la nada, se encajan a lo más profundo de nuestro ser y nos cortan la respiración.

El día de hoy es tuyo, si gustas de la soledad no la hagas sombría, ilumínala lo más que puedas de la manera que desees y disfrútala hasta que puedas dejarla partir sin remordimientos. Por otro lado, si eres de aquellas otras personas que no gustan “de la reflexión a solas”, aléjala y aprende de los errores, de las experiencias, de los consejos  y del pasado; bien dicen que el futuro es la recopilación de todas aquellas acciones realizadas ya desvanecidas.

Tal vez sea un poco difícil de entender el porqué para comenzar este nuevo y mágico pasaje, elegí un tema (para algunos), “poco positivo y animoso”, pero es que, según mi sentir en ésta etapa de la vida, la soledad, partiendo de las oportunidades perdidas, los miedos, las frustraciones y muchas cosas más que te llevan a ella, es lo que deseo erradicar, para fluir libre y tranquila, para seguir viviendo, para no sentir arrepentimiento y simplemente para encontrar la confianza que se necesita para arriesgarse en cuerpo y alma por cada sueño.

Yo ya comprobé que los sueños se hacen realidad. Yo deseaba escribir “algo” que compartir, deseaba regalar palabras desde el fondo de mi alma que pudieran apreciar otras personas y tal vez, con suerte, inspirar a alguien…

Gracias a ti y tu valioso tiempo invertido en disfrutar, (espero) de éstas líneas; lo he cumplido…
Y bien: ¿Qué esperas?... SIEMPRE HABRÁ VIENTOS DE CAMBIO, AHORA, VE POR EL TUYO. 

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